Creo que deje de escribir hace varios días, debe de ser que escuche más cosas de las que creí posible y ayudé a quien menos imagine.
Estaba sentada en un cómodo mueble de un café, por supuesto con una café riquísimo en l a mano, pensando que escribir, cuando una chica apareció en la escena , nerviosa, media llorosa y con la mirada perdida, se colocó en la fila y pidió un café, a medida que caminaba los ojos , que por cierto eran bonitos, se le llenaron de lagrimas, cuando llegó al mostrador intento ponerle azúcar a su café sin mucho éxito pues todo se le caía entre sus dedos.
Era extraño ver a una persona en esa situación, estaba triste, dolida, situación que confirme cuando me acerque a ayudarla. No podía con ella misma, la mire, le quite el azúcar y la ayude a servirse, le dije que si deseaba se podía sentar en el mueblecito súper cómodo!
Para mi sorpresa acepto, y tuve que hacer la pregunta de rigor: ¿quieres hablar? (porque eso de decir: «estás bien», «te pasa algo» y todas esas preguntas obvias sólo llevan a un d’oh! ) me miró y me dijo que no.
Le sonreí y le dije que si deseaba hablar podíamos brindar con café – estamos tomando lo mismo , quizás un brindis no caería mal – me miró, con esa mirada que he visto miles de veces cuando están a punto de sacar una pena muy grande, me dijo:
mi novio es un idiota, me lastimó otra vez.
Sorbió un poco de café mientras una lágrima le caia por la mejilla así que la mire y le dije salud!, a veces decir algo totalmente fuera de lugar ayuda a la mente a salir de ese estado de ánimo.
A lo que me respondió:
¿Cómo es que pueden ser tan idiotas los hombres?
Y le dije:
Pues sí, lo son.
Aunque no se lo dije en ese momento yo creo que el ser humano tiene una exquisita facilidad para lastimar a otra persona, independiente del genero. Quizá tiene que ver con el hecho que como personas nos cuesta mucho ponernos en los zapatos de la otra persona o quizá es una combinación de las expectativas de la otra persona y las tuyas. Pero regresemos a nuestra historia porque tratar de entender al ser humano en unas líneas es complicado.
Ella: Que lió, otra vez lo mismo, no sé que hacer.
Yo: Pues, ¿Que no quieres hacer?
Ella: Uhm??
Yo: Claro , si sabes que no quieres, ya es el primer paso para saber que quieres!
Ella: ¿Qué? Mucho café para ti por hoy, creo…
Yo: Quizá no? Salud por eso!
Comenzamos a reír y luego le explique:
Cuando sabes realmente que NO QUIERES, ya diste el primer paso, luego viene un juego muy sencillo. Dime… ¿Que no quieres que tu novio haga? – no quiero que me mienta – perfecto entonces ¿Quieres a alguien que sea sincero cierto? – Si! – ok, ¿Qué más no te gusta?, ¿Qué cambiarías? – nunca escucha razones, para el todo esta bien y yo siempre estoy mal!. Bien, entonces quieres a alguien que te escuche y que entienda que tratas de decir, ¿cierto? – Si – ¿Qué más no te gusta? – No quiero que me diga que soy inmadura, no quiero que me subestime, no quiero que me compare con otras mujeres sólo porque son más flacas o se visten mejor que yo. – ¿Entonces en realidad lo qué quieres es a una pareja, no a un enamoradito cualquiera? – Exacto – (vino una canción a mi cabeza de Katy Perry)
Bien, ¿Entendiste el juego que hice? , pues aplícalo en todo cuando no sepas que hacer, coge una hoja de papel y escribe todo aquello que no quieras en tu vida, y búsca lo contrario. Sólo así. poco a poco, sabrás que deseas en la vida, y esto es aplicable para a todo.
Esto me ayudo mucho, comprendí que valió la pena pararme, ayudarla con la azúcar y decirle salud, como dije mi primer post,
Me contó su historia con mucha pena, por momentos se quebraba, al final entendió que valió la pena conversar, al menos la pena que la embargaba se volvió más llevadera, no pretendo que todos puedan hablar de la misma forma, pero algo que sí quiero es que entiendan que por más que lo pensemos no estamos solos.
Quizás podrás encontrar en un café alguien que te escuche, o coger el teléfono y conversar, siempre existe alguien con quien hablar.
Aprendamos que lo único que hace el silencio es lastimarnos por dentro. Aprendamos a hablar y a escuchar.
Así que desahuevate y habla! Ó desahuevate y escucha!! Como quieras…. quizás sin darte cuenta estas haciendo feliz a alguien, o estas dando el primer paso para serlo. 😀